El atraso cambiario (¡Ufff!)


Resumamos, sólo para organizar el pensamiento, algunos conceptos de teoría económica.  (Perdón, pero parece que no nos acordamos)

Cuando un país exporta mucho más de lo que importa, su moneda se valoriza. Como cualquier bien, ya que aumenta la oferta de la divisa internacional, supongamos el dólar.  En otros  términos, el tipo de cambio «se atrasa».


Hay maneras de paliar ese efecto. Pero ninguna sirve en el mediano plazo, salvo la de dejar que aumenten las importaciones.  (Pausa para imaginar las otras maneras posibles y sus efectos)

Si las exportaciones son mayoritariamente de commodities el efecto es peor, porque se frena el desarrollo de nuevas industrias y las existentes sufren al exportar menos, aumentar sus costos de insumos importados y recibir mayor competencia externa.  El dutch disease, en lunfardo técnico.


Si no fuera por la  necesidad de crear puestos de trabajo que plantea una población de crecimiento absurdo en tamaño y calidad, se resolvería  el problema de modo casi automático, ya que se usaría la mayor afluencia de dólares para importar más bienes, y eso tendería a equilibrar el tipo de cambio.


Pero como las commodities no suelen proveer los puestos de trabajo que los países necesitan para no transformarse en administradores de retenciones y subsidios, las naciones procuran establecer industrias, que salvo en un puñado de casos no generan un alto output,  por falta de innovación, investigacion o talento.


Cuando el tipo de cambio se atrasa, esas industrias desaparecen, se reducen o no se instalan, afectando la demanda laboral significativamente.  El camino es que haya ganadores y perdedores. Es decir, algunas industrias eficientes y creativas sobreviven e inclusive exportan más. Otras desaparecen.  Ley de mercados comparados o de ventajas comparativas.  (Hago aquí otra pausa para que el lector me insulte.


Hay también en ese plano dos alternativas. El estado define qué industrias quiere salvar y cuáles no. O se deja que el mercado decida. En el pais de Tierra del Fuego, las armadoras de autos, Ciccone, Bulgheroni, Macri (Sr),  Aerolíneas Argentina, YPF y otras muchas, no me permitiré detallar los males que acarrea la intervención del estado. Sí, en cambio, pienso que sería posible que un estado serio eligiese algunas industrias con potencial real para desarrollar y la ayudase,  como alguna vez hiciera Peron, ante el escepticismo y la burla de muchos, (incluído quien escribe) con la aviónica y la energía atómica.


Las devaluaciones o revaluaciones cambiarias por vía del monetarismo o de la prepotencia legal o ilegal, no han tenido éxito en el mundo, y menos en Argentina, (Perón 1ª. época, Krieger Vasena, Mondelli, Martínez de Hoz, Perón 2ª. época,  Cavallo,  etc.) y han culminado generalmente con explosiones (sic) de realidad.  Por supuesto que las urgencias electorales de los políticos, el simplismo estúpido y utilitario de las masas y  la viveza de los empresarios (que siempre tienden a ser prebendarios si se los deja), hacen que sea mucho más fácil este tipo de soluciones que las de dejar que la vida decida qué empresas subsisten y cuáles mueren. Remember Schumpeter. De modo que nadie opta por la única solución real al probema del  atraso cambiario.

Al contrario, ante la presión sindical y empresaria, y su propia ignorancia y cobardía, los gobiernos cierran más la importación, y producen aún mayor atraso cambiario, a lo que ahora le agregan desinversión, pérdida de ahorro (la misma cosa, acepto),  subas de precio y desempleo creciente. (Otra pausa para leer las pavadas que dice Krugman sobre la emisión y la devaluación con proteccionismo que preconiza en USA)

En nuestro medio, sin tanto análisis, se ha llegado a este último punto por vía de la improvisación, el lobby, el amiguismo, la ignorancia y la corrupción, con iguales efectos a los descriptos. Se agrava porque en vez de llegar a la revaluación general de monedas de países emergentes - aplaudida por EE.UU- por la sola apreciación de la divisa local, se potenció por una inflación provocada deliberamente por emisión y aumentos de salarios otorgados o convalidados, lo que es aún más negativo.


Esta diferencia de cómo se produce el encarecimiento en dólares y en pesos nominales de los bienes producidos y consumidos, hace que ahora el gobierno se enfrente a que el único camino que le queda es el control de precios y el cepo cambiario inútiles, con un mercado negro que no sirve para generar inversión ni previsión.

Por supuesto que liberar el mercado  y permitir la importación de todo lo que se desee no es una opción que este gobierno, este pueblo y esta «gran» industria estén dispuestos a escoger.  Tampoco es defendible que un diferente gobierno, con el mismo puebloy con la misma «gran» industria vaya a hacerlo, ni a pagar las consecuencias políticas de tal elección.

Acotación final: si además se subsidian estúpidamente los bienes escasos -como la energia - se agotan los recursos y hay que importar el bien subsidiado. El efecto es que la brecha entre importaciones y exportaciones se cierra de la peor manera posible, sin generar empleo ni equilibrar el tipo de cambio, que también esta subsidiado.


En tales condiciones, la economía funciona no como una ciencia analítica, sino como la física: se cumple. Ocurre. Por eso la solución pasa por la explosión o la implosión. Como siempre.


(Pausa para que usted me diga que no sea pesimista y yo me caliente)


FIN (Sic)