Pikete a las savings globales
¿De vuelta al ahorro en el colchón?
Por Dardo Gasparré
La idea de Thomas Piketty , que ya comentamos, de aplicar un impuesto al patrimonio global, no es de su creación. Desde el desastre de 2008 desde el gobierno de Obama, con el apoyo de varios billonarios y banqueros, se viene hablando de un «impuesto a los ricos»
De ahí a poner un impuesto global para tapar el agujero negro financiero que supieron conseguir los pibes brillantes de Wall Street, hay un pasito demasiado pequeño, sólo obstaculizado por el Partido Republicano americano, que ve pisoteado sus últimos principios capitalistas por la idea.
Como sabemos,
el término «impuesto a los ricos» es un prospecto de venta de nuevos impuestos:
siempre los terminan pagando toda la gente.
La tentación al
manotazo es evidente. Las leyes de lavado impulsadas (impuestas) por Estados
Unidos en el mundo han arrasado con la confidencialidad del secreto bancario
para bien y para mal. Si se le agrega a esto la digitalización de todos los
mercados y sistemas financieros, los fondos de los ahorristas grandes y
pequeños son un «sitting duck» a la espera del arrebato.
Los ahorristas son hoy casi rehenes
de sus bancos, que deciden si los aceptan o no como tales, lo que les cobran
por cada mínimo movimiento, los infinitos requisitos de información y reporte,
y crecientemente, los fees para
mantenimiento anual de la cuenta.
La idea de un impuesto global parece
impracticable, y así lo están haciendo notar algunos de los críticos de la
propuesta del economista francés, a veces sancionado con grandes cargas de
ironía por su sesuda exhibición impresa de nadismo.
No me la jugaría. Desde que empezó lo que se denomina la lucha mundial antilavado de
activos, Estados Unidos ha venido excomulgando a los «países de escasa o nula
tributación», metiéndolos en el mismo mazo que a los paraísos fiscales. O sea,
que si un país tiene un bajo gasto público, y consecuentemente no cobra muchos
impuestos o lo hace con baja tasa, es anatema. (Uruguay fue presionado para
aplicar sus actuales a las Rentas, Rentas Personales y Financieras)
En cristiano: el impuesto alto y
generalizado reina. Y para evitar que los inversores fuguen sus tenencias a
otras plazas, lo ideal sería, y tiende a ser, un mundo de impuestos iguales.
¡Viva Big Brother! como diría Orwell si viviera, antes de cortarse sus
atributos.
Con lo que se puede concluir que
Piketty no es original ni liberal, pero ha elegido un bando poderoso para
abogar por él.
Y nunca creí que volvería estar de
acuerdo en algo con el Partido Republicano.