Los Bancos, los
Hermanos Mayores
del sistema
Hubo
una larga época en la que la gente era cliente de los bancos. Les interesaban
nuestras cuentas, nos cuidaban, tenían cajeros con rostro humano que recibían
nuestros depósitos, nos daban cambio, sabían lo que necesitábamos y lo que
preferíamos.
Un día algo
pasó. O varias cosas pasaron. La primera fue tal vez la tecnología. Primero los
cajeros automáticos, o teller machines. Muchos
recordarán cuando en el comienzo, las transacciones no tenían costo si se
hacían mediante ese procedimiento, y sí lo tenían si se hacían en las cajas.
Una manera de compartir el ahorro de personal que implicaba la mecanización
tecnologizada.
¿En qué momento eso cambió? Un día
empezaron a cobrar por el servicio y hacer cada vez más dificultoso el uso de
las cajas con personal vivo. Hoy, muchos bancos en el mundo reportan por
separado las ganancias de sus teller
machines. Bank of América se desprendió de toda la operación internacional
de su controlada Merrill Lynch porque sostuvo que toda la compleja operación de banca privada de esa subsidiaria dejaba
menos ganancias que los cajeros automáticos de Nueva York. Han recorrido un
largo camino, muchachos.
La electrónica, combinada con la ley,
ha tenido otros efectos. Las leyes de lavado de activos han cargado sobre las
entidades financieras un peso enorme. Las reglamentaciones son tantas y de
tantas fuentes, que prácticamente no es posible operar sin infringir alguna. La
creación del cargo de Oficial de Cumplimiento (Compliance), con
responsabilidades personales para el funcionario es un costo para el banco y un grave inconveniente para el usuario de
a pie, no exactamente un lavador.
Esas reglamentaciones, impuestas por la única organización
internacional con jurisdicción universal, el GAFI, transformaron de un
plumazo a los clientes en presidiarios disciplinados y a los bancos en
carceleros. Hace pocos días, mi banco, donde tengo una cuenta desde la que
pago mis gastos, me llamó para decirme «nos tenés que probar que tenés algún
ingreso en el país o tendremos que cerrar la cuenta» Comprensible, hace solo 22
años que soy cliente.
Originalmente, se perseguían los
depósitos en efectivo. En una nueva vuelta de tuerca, ahora también hay que
justificar el depósito de cheques, que en teoría provienen de otros bancos del
sistema que ya han realizado el control legal de los fondos. Un depósito de
30,000 pesos o de más de 240,000 pesos anuales, basta para que tu banco te EXIJA le pruebes de dónde provienen esos
fondos. El banco es ahora auditor y contralor de sus clientes.
Lo grave, es que no es la ley quien
lo determina. El banco no puede aceptar un depósito si no se le prueba que no
es fruto de un delito. Kafka a full.
El cliente tiene que probar que NO cometió un delito que NO sabe cuál es, y del
que NO se lo acusa, pero del que es culpable salvo que le demuestre a un
pendejo de su banco, no a un juez, que no ha cometido delito. Sorprende
leer todos los días la cantidad de lavados multimillonarios que se cometen en
bancos de plazas serias, cuando un depósito ridículamente bajo es escudriñado
como si lo hubiera hecho Vito Corleone.
Ni hablemos de cuando alguien quiere
hacer una transferencia a un banco del exterior. Originalmente, de acuerdo a la
Santa Patriot Act del tío Sam, no era posible hacer giros electrónicos a
cuentas identificadas como de cambistas negros. Ahora es mucho más complejo.
Cualquier transferencia, aún por montos de mil dólares, debe tener un
justificativo fehaciente que satisfaga al banco. Otra vez, ninguna ley. El banco es juez y policía.
El concepto inicial de que lo que se
vigilaba era el depósito en efectivo, como decíamos, ahora se ha extendido a
pesquisar todas las operaciones. Los bancos piden declaraciones juradas
impositivas, copias de escrituras, boletos bursátiles. Impresiona pensar en el
tamaño de sus archivos físicos. Seguramente el lavado ha desaparecido en el
mundo, y con él, el narcotráfico. Cuando usted hace una transferencia de una
cuenta del exterior declarada a su nombre, a otra cuenta local declarada a su
nombre, debe presentar el resumen de cuenta que demuestre que tiene los fondos
hace tiempo, con más la declaración jurada de AFIP. Eso explica la evasión
cero, ¿verdad?
¿No habrá alguien que siente algún
placer especial en todo este espionaje? ¿O alguien que cree que la información
es poder absoluto?
Pero volvamos a lo cotidiano. La otra
característica es la obsesión por el fraude. Algunos bancos requieren usar 5
veces el e-token para un pago de 100 pesos. Ni hablar de los passwords y sus cambios obligatorios, ni de los «gotcha»
cada vez más jeroglíficos que ya no son anti robots, sino antihumanos. Y obviamente las claves de canales, que te
obligan cada tanto al engorroso sistema de pasar por los cajeros a conseguir el
numerito que después te sirve para generar tu password en la página, en el
supuesto caso de que la página que los genera se digne darte bola.
Los resúmenes no son tan complicados,
pero son una fuente adicional de ingresos. Bancos y tarjetas te cobran por enviártelos,
y ganan una fortuna en el proceso. Hasta los bancos han conseguido en la Argentina
que el Central los «obligue» a mandar el extracto mensualmente, en vez del
antiguo envío trimestral. Los obligan a ganar el triple. Por supuesto que uno
puede optar por pedir envío electrónico. ¡Pero como si fuera un libro de
Amazon, muchos te cobran lo mismo!
Para no recargar de costos al lector,
dejo las tarjetas para otro día, sin dejar de mencionar que la AFIP te encarece
todos tus impuestos el 1.2% al obligarte a pagar por banco todas sus
exacciones.
Con la obligatoriedad de la ley de lavado
y las leyes impositivas, que no consideran cancelatorio el pago en efectivo,
los consumidores son obligados rehenes de los bancos y muchas veces sus presas.
Todos los bancos suizos y varios americanos de banca privada cobran ya un fee por mantenimiento, proporcional a
los depósitos.
¡Y pensar que creíamos que el cliente
siempre tenía razón, y que 1984 describía a la URSS!
Descanse, su banco lo cuida. No
olvide poner su usuario y password y escribir aquí lo que ve en el siguiente recuadro,
si lo entiende.
* ♀ ▄ ╕ ≈ ⅓ † Ự ỗ
Ộ ự ‡ ⅔ ≠