La arritmia, la colección, la renuncia y mi TL


Algunas voces de mi TL están asegurando que hay un acuerdo por el cual Cristina Fernández renunciaría luego de las elecciones, junto con Boudou. Se convocaría a la Asamblea Legislativa  que prevé el artículo 88 de la CN, y allí se designaría a Daniel Scioli, quién llamaría a elecciones en un plazo prudencial.

La especie parece una locura, o al menos carece de fundamento, pero tiene algunas bases respaldadas en los análisis que no son descartables.

La presidenta ha llegado a una instancia que se podría resumir así: ella no hará lo que se debe hacer para corregir las barbaridades de su política, y por otro lado si no lo hace las consecuencias serán de suma gravedad, lo que afectará al partido justicialista, estallará en la cara del sucesor seguramente peronista y le costará a la poderosa mandataria el encono del sistema mundial, lo que le garantizaría una persecución personal más grave que la que padeciera Salinas de Gortari luego de traicionar a los centros financieros del mundo.

Al gobierno se le han acabado evidentemente las ideas, los fondos y los recursos naturales. Los próximos dos años sólo pueden ser de deterioro personal y partidario. Le convendría irse ya mismo si tuviera una excusa para hacerlo sin que pareciera un huida.

En una situación asombrosamente similar tanto en sus políticas como en sus prácticas, su lenguaje y su fracaso, Juan Domingo Perón consintió casi sin resistir el golpe que lo destituyó en 1955 ante una sublevación que estaba lejos de superarlo por la fuerza de las armas. Eso le permitió irse depuesto y no claudicante ni fracasado.

En una reciente nota en este mismo medio, decíamos hace pocos días que el justicialismo podría ver como una salvación una destitución legislativa de Cristina Fernández.  ¿Por qué no vería con igual beneplácito una renuncia por razones de salud indisputables?

Tal eventualidad «salvaría la ropa» de todos los protagonistas  y permitiría empezar a hacer las correcciones y arrepentimientos que la presidente ha dicho que no hará. ¿El arreglo con el CIADI y el FMI no son una especie de anticipo, justamente cuando la mandataría está bajo el paraguas del reposo estricto?

¿Sus funcionarios no querrán hacer buena letra con el establishment internacional frente a la inminencia de un colapso que les garantiza la cárcel?

¿Sus sucesores justicialistas no preferirán un período de transición donde un nuevo Duhalde les limpie el camino y les evite el empeoramiento inexorable de los próximos dos años?

¿No es Scioli el personaje ideal para la tarea, dispuesto como está a pagar cualquier precio y soportar cualquier escarnio por tener el papel central?

¿Es muy difícil suponer que la Presidenta ha tenido ya varios anticipos de sus problemas de salud, que sufre en la intimidad las consecuencias de esos problemas, de su estilo y de su fracaso y que está preparada a renunciar, como se lo ha dicho a su entorno más entrañable y no una vez?

¿Y es muy descabellado suponer que tanto ella como su entorno pueden sentirse más protegidos si su retirada está cubierta por una continuidad no sólo afín sino con pactos de sangre?

Cuando leí los tweets que sostenían esta idea, mi contestación impulsiva fue: «Y yo reemplazaré a Messi en el Barça»

Después, como mero ejercicio intelectual, sopesé estos razonamientos que he compartido. Por las dudas, hoy empecé mi dieta y a hacer cinta. Tiembla Messi.


Dardo Gasparré


La mentira de la Reserva Federal


Por Dardo Gasparré


        ¿Por qué estamos sorprendidos de que la FED haya decidido prolongar la alegre emisión de moneda?

          Desde la crisis de 2008, y acaso desde la caida de las torres en 2001, Estados Unidos apostó a la licuación de su deuda. La tasa cero, la emisión escandalosa, la devaluación de su moneda, el aumento de su gasto y su déficit y el crecimiento de su endeudamiento. habrían merecido las peores críticas si hubieran sido decisiones tomadas por cualquier otro pais del mundo.

          En 2007, como ya hemos comentado,  la FED cambió sus estatutos. Donde antes decía que su misión única era proteger el valor del dólar, ahora dice que su primer objetivo es cuidar el crecimiento y LUEGO el valor de la moneda. Esa frase torna totalmente irrelevante su vociferada independencia del poder politico. Crecimiento es empleo. Empleo y valor de la divisa son en la mayor parte del tiempo antagónicos. Como se ve en este momento, un dólar fuerte ajusta por desempleo, y un dólar devaluado genera por un tiempo más empleo, y obviamente, más inflación. Sus  estatutos no le dejan opción a sus autoridades. Ya no hace falta que sea  o no dependiente del ejecutivo: sus estatutos la obligan a promover el crecimiento; una recesión es entonces impensable, con lo que reaccionará en todos los casos como cualquier político de cuarta: emitamos para crear actividad y empleo. (Otro día explicaremos por qué el empleo no subirá tan fácilmente en EEUU.)

          Pero hay operadores que llegan más lejos: encabezados por el otrora respetado Paul Krugman, proponen una «saludable inflación» que licue la deuda y acelere el consumo, la exportación y la creación de empleo. Esta licuación deliberada de la moneda en que se han endeudado, pareceria de profunda inspiración kirchnerista: estafemos a los acreedores. La inflación ya no sería una consecuencia de otras políticas, sino el objetivo.

          Con su viejo estatuto, la FED debería hacer valer su independencia de los poderes politicos y preservar el valor del dólar. Pero con el nuevo estatuto, sus decisiones serán funcionales a los infladores seriales.

          La oportuna marcha de Bernanke, la retirada de Lawrence Summers, y el futuro nombramiento de la flexible Janet Yellen, no son una casualidad.

          Queda asi atrás la promesa de que se emitiría durante la recesión, pero cuando se reactivara se retirarían los estimulos monetarios para evitar efectos inflacionarios. La inflación, de mágicos efectos de corto plazo sobre el presupuesto, satisfacerá por un tiempo a los demócratas, que quieren más subsidios y welfare, y a los republicanos, que quieren defender sus negocios con el gasto militar y no subir los impuestos a los ricos ni cobrárselos a las grandes empresas.

Cualquier argentino entendería esto.


DESTITUCIÓN, ENDEUDAMIENTO, DEVALUACIÓN


El desordenado «sistema» de voceros de Cristina Kirchner, acuña ahora la frase de que, al pretender imponer un Presidente de la Cámara de Diputados no oficialista, se está buscando destituírla, devaluar y endeudar al país.

Repasemos. El atraso cambiario es la consecuencia del aumento del gasto la emisión y la subsecuente inflación, agravada por los subsidios inexplicables al gas y la energía, que han forzado una pérdida de reservas ni imaginada.  La devaluación está ocurriendo y no es más visible por el relato del cepo, que está paralizando una a una todas las actividades económicas no estatales o estado-dependientes de la Argentina.

Ella cree que la presionan. Tal vez la están ayudando.

En cuanto al endeudamiento, el relato parece creer que el país no se está endeudando ahora, y que alguien quiere hacerlo por deporte. La verdad es que estamos endeudándonos groseramente y del modo más desordenado posible. CIADI, Club de París, Holdouts, Repsol, LAN, otras privatizadas confiscadas, adjudicaciones y contratos al voleo como el de Chevron y las represas, son deudas que caerán sobre las cabezas de gobernantes y gobernados del futuro, con la inexorabilidad del destino. También el enorme endeudamiento que significan los subsidios tarifarios que deben eliminarse y la solución del entuerto gasífero mezcla de corrupción, ineptitud e improvisación. A esto hay que agregarle Las deudas jubilatorias, el vaciamiento de ANSES y siguen las firmas. Estamos endeudándonos mal, caro y sin control ni registro.

Lo que el gobierno odia es endeudarse ordenada, seria y responsablemente y registrar la deuda.

Hay un fuerte y profesioal consenso que no es el de los patrones, como llama la presidente a un grupito que ella cree le deben favores y por lo tanto sumisión, de que si se sigue por este camino la situación económica y social se tornará inmanejable para este gobierno y aún para el que lo continúe. Por responsabilidad o por miedo, la oposición, incluyendo el Frente Renovador, y hasta muchos diputados hasta ahora leales al FPV, pueden estar pensando en aplicar los remedios constitucionales ante una situación de desgobierno, no necesariamente para tomar determinadas medidas, sino para detener las actuales.

Cristina Kirchner está protegiéndose de su propios cuadros.

Dardo Gasparré


El atraso cambiario (¡Ufff!)


Resumamos, sólo para organizar el pensamiento, algunos conceptos de teoría económica.  (Perdón, pero parece que no nos acordamos)

Cuando un país exporta mucho más de lo que importa, su moneda se valoriza. Como cualquier bien, ya que aumenta la oferta de la divisa internacional, supongamos el dólar.  En otros  términos, el tipo de cambio «se atrasa».


Hay maneras de paliar ese efecto. Pero ninguna sirve en el mediano plazo, salvo la de dejar que aumenten las importaciones.  (Pausa para imaginar las otras maneras posibles y sus efectos)

Si las exportaciones son mayoritariamente de commodities el efecto es peor, porque se frena el desarrollo de nuevas industrias y las existentes sufren al exportar menos, aumentar sus costos de insumos importados y recibir mayor competencia externa.  El dutch disease, en lunfardo técnico.


Si no fuera por la  necesidad de crear puestos de trabajo que plantea una población de crecimiento absurdo en tamaño y calidad, se resolvería  el problema de modo casi automático, ya que se usaría la mayor afluencia de dólares para importar más bienes, y eso tendería a equilibrar el tipo de cambio.


Pero como las commodities no suelen proveer los puestos de trabajo que los países necesitan para no transformarse en administradores de retenciones y subsidios, las naciones procuran establecer industrias, que salvo en un puñado de casos no generan un alto output,  por falta de innovación, investigacion o talento.


Cuando el tipo de cambio se atrasa, esas industrias desaparecen, se reducen o no se instalan, afectando la demanda laboral significativamente.  El camino es que haya ganadores y perdedores. Es decir, algunas industrias eficientes y creativas sobreviven e inclusive exportan más. Otras desaparecen.  Ley de mercados comparados o de ventajas comparativas.  (Hago aquí otra pausa para que el lector me insulte.


Hay también en ese plano dos alternativas. El estado define qué industrias quiere salvar y cuáles no. O se deja que el mercado decida. En el pais de Tierra del Fuego, las armadoras de autos, Ciccone, Bulgheroni, Macri (Sr),  Aerolíneas Argentina, YPF y otras muchas, no me permitiré detallar los males que acarrea la intervención del estado. Sí, en cambio, pienso que sería posible que un estado serio eligiese algunas industrias con potencial real para desarrollar y la ayudase,  como alguna vez hiciera Peron, ante el escepticismo y la burla de muchos, (incluído quien escribe) con la aviónica y la energía atómica.


Las devaluaciones o revaluaciones cambiarias por vía del monetarismo o de la prepotencia legal o ilegal, no han tenido éxito en el mundo, y menos en Argentina, (Perón 1ª. época, Krieger Vasena, Mondelli, Martínez de Hoz, Perón 2ª. época,  Cavallo,  etc.) y han culminado generalmente con explosiones (sic) de realidad.  Por supuesto que las urgencias electorales de los políticos, el simplismo estúpido y utilitario de las masas y  la viveza de los empresarios (que siempre tienden a ser prebendarios si se los deja), hacen que sea mucho más fácil este tipo de soluciones que las de dejar que la vida decida qué empresas subsisten y cuáles mueren. Remember Schumpeter. De modo que nadie opta por la única solución real al probema del  atraso cambiario.

Al contrario, ante la presión sindical y empresaria, y su propia ignorancia y cobardía, los gobiernos cierran más la importación, y producen aún mayor atraso cambiario, a lo que ahora le agregan desinversión, pérdida de ahorro (la misma cosa, acepto),  subas de precio y desempleo creciente. (Otra pausa para leer las pavadas que dice Krugman sobre la emisión y la devaluación con proteccionismo que preconiza en USA)

En nuestro medio, sin tanto análisis, se ha llegado a este último punto por vía de la improvisación, el lobby, el amiguismo, la ignorancia y la corrupción, con iguales efectos a los descriptos. Se agrava porque en vez de llegar a la revaluación general de monedas de países emergentes - aplaudida por EE.UU- por la sola apreciación de la divisa local, se potenció por una inflación provocada deliberamente por emisión y aumentos de salarios otorgados o convalidados, lo que es aún más negativo.


Esta diferencia de cómo se produce el encarecimiento en dólares y en pesos nominales de los bienes producidos y consumidos, hace que ahora el gobierno se enfrente a que el único camino que le queda es el control de precios y el cepo cambiario inútiles, con un mercado negro que no sirve para generar inversión ni previsión.

Por supuesto que liberar el mercado  y permitir la importación de todo lo que se desee no es una opción que este gobierno, este pueblo y esta «gran» industria estén dispuestos a escoger.  Tampoco es defendible que un diferente gobierno, con el mismo puebloy con la misma «gran» industria vaya a hacerlo, ni a pagar las consecuencias políticas de tal elección.

Acotación final: si además se subsidian estúpidamente los bienes escasos -como la energia - se agotan los recursos y hay que importar el bien subsidiado. El efecto es que la brecha entre importaciones y exportaciones se cierra de la peor manera posible, sin generar empleo ni equilibrar el tipo de cambio, que también esta subsidiado.


En tales condiciones, la economía funciona no como una ciencia analítica, sino como la física: se cumple. Ocurre. Por eso la solución pasa por la explosión o la implosión. Como siempre.


(Pausa para que usted me diga que no sea pesimista y yo me caliente)


FIN (Sic)